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miércoles, 2 de febrero de 2011

Mi pasión son los animales



En 1969, Ace Bourke y John Rendall -dos australianos que vivían en Londres- compraron un cachorro de león en el departamento de animales exóticos de los almacenes Harrods. Procedía del zoo de Ilfracombre, donde una pareja de leones había tenido cachorros. Christian, como llamaron al león, pesaba 18 kg y demostró ser un animal muy inteligente y cariñoso, tanto con las personas como con otros animales.

Instalaron al león en el sótano de una tienda de muebles llamada Sophistocat, situada en el barrio londinense de Chelsea. A veces lo llevaban a comer a un restaurante llamado Casserole, y en ocasiones viajaba con sus dueños en la parte trasera de un Bentley. Solía corretear en el cementerio de una capilla del barrio y además tuvo la ocasión de bañarse en las orillas del Canal de la Mancha. Al año de su compra, cuando Christian pesaba ya 84 kg y empezaba a exhibir melena, se hizo evidente que, aunque nunca hizo daño a nadie, no podía seguir llevando una vida urbana ni habitando en aquel sótano londinense.

Entonces, Bourke y Rendall decidieron que lo mejor que podían hacer era llevarlo a África para que se criase en libertad. Por ello se pusieron en contacto con Bill Travers, el actor que protagonizó la película "Nacida libre", que contaba la historia real de cómo el conservacionista George Adamson, The father of lions" o, simplemente, "Lion Man, criaba en su hogar en la reserva de Kora, situada cerca del río Tana y a unos 350 kilómetros al noroeste de Nairobi, a unos cachorros de león, entre ellos, a Elsa.

Los jóvenes se entusiasmaron, pensando en el bien de Christian, por lo que Travers se puso en contacto con George Adamson quien ayudó a organizar el traslado del león a África.

Para Adamson fue todo un reto y una historia aún más impactante y extraña que la de Elsa, puesto que vio bastante difícil la idea de trasladar a África a un león de ciudad, que no había nacido en libertad y, por lo tanto, no conocía los olores, ruidos y demás aspectos característicos del hábitat.

Para financiar el proyecto se grabó un documental contando la historia del cachorro de león: "Christian, the lion".

Christian Viajó a África en una caja hecha a su medida y John y Ace lo acompañaron para que el traslado no fuese tan traumático.

John Rendall y Ace Bourke viajaban ocasionalmente hasta Kenia para ver los progresos de su león. En 1974, Adamson les escribió para darles la buena noticia: Christian ya se valía por si mismo y rara vez volvía al campamento para buscar comida. Entonces los dos amigos hicieron un último viaje con la intención de despedirse para siempre de la que fuera su mascota.

Hacía casi 9 meses que Christian no se acercaba por la reserva cuando Bourke y Rendall viajaron a África para reencontrarse con él. Adamanson les advirtió de que tal vez ya no los reconocería, por el paso del tiempo y la vida en libertad...

Pero Bourke y Rendall quisieron intentarlo de todos modos...

"Miguel Hernández"

miércoles, 26 de enero de 2011

"Miguel Hernández"

ACEITUNEROS

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Miguel Hernández, 1937

"Arpas sanadoras"

Música relajante

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